Brujas, Bélgica.
Panorámica. Collage y acuarela sobre papel.
La interacción de cursos de agua con asentamientos humanos siempre produce efectos muy peculiares, en algunos casos sublimes. Como ya he indicado la dotación de doble viario acuático y terrestre les otorga, cuando la escala y el trazado son acertados, un especial encanto.
El ejemplo de Brujas es de excepcional valía.
La obra de hoy expresa mediante una narrativa
gráfica variada, con diversos niveles de significado, la impresión que me
produce contemplar este escenario de una vida urbana intensa y continuada así
como diversas reflexiones. Ideas todas ellas que pretendo comunicar con unos
recursos relativamente modestos pero variados y al mismo tiempo potentes.
La visión panorámica incorpora, en lo que
corresponde propiamente al escenario urbano, un mismo elemento profusamente
yuxtapuesto consigo mismo: el edificio. Que aparece en un pleonasmo de
múltiples configuraciones y variaciones de escala, materiales, tamaño, pátina,
textura, fenestración (organización de las ventanas en el muro) y ritmos. Bajo luces, sombras y vecindades, etc., en lo
que constituye una de las mejores creaciones humanas: un trozo de ciudad.
Donde, a lo largo de su historia, suelen intervenir muchos actores y gracias o
a pesar de ello constituye un conjunto glorioso. Colaboran también activamente otros
elementos como el celaje y soleamiento, la orografía, la vegetación, la
actividad humana o el tráfico.
Como venimos diciendo la técnica de la
acuarela se basa en la interacción entre el papel de soporte y la transparencia de las aguadas superpuestas. En este caso alteré previamente la superficie del
papel de soporte incorporando sobre él un collage, mediante goma arábiga, de
retales de papel de estraza, de seda o reciclado, y de coloración, textura y
capacidad de absorción diferentes.
El adhesivo utilizado fue la goma arábiga
porque es el componente característico de los colores de acuarela. Lo cual
facilita la interacción de las aguadas con todo el substrato.
En los detalles adjuntos se aprecia cómo se
representan los componentes y de qué forma la capacidad de absorción y el resto
de propiedades del papel adherido con la cola modifican el comportamiento y el
color de cada pincelada. También se puede observar cómo el adhesivo en algunos
puntos también colabora a alterar el no siempre inocente resultado de las
aguadas.
Factor marginal pero interesante es que en algunas zonas la tinta puede
traspasar la capa del primer papel e inundar por debajo, en connivencia con el
adhesivo, el soporte base formando aleatorios e incontrolables, hasta cierto
punto, manchurrones. Como ocurrió en las sombras de los huecos del muro de la
derecha o en algunos otros puntos de los bastiones.
El color del papel adherido puede crear un
efecto peculiar y diferente del que podría producir una aguada, como se puede
ver en el papel utilizado de color amarillo naranja. También es un efecto
colateral la incorporación de unos bordes o cortes de las superficies y de
ligeros gruesos y rizados o pliegues que alteran el tacto visual de la
superficie pintada, bien por que la goma arábiga de fijación afecta a las
aguadas próximas o porque se resaltan u oscurecen los bordes libres.
Otro recurso empleado como acompañamiento en este collage es la utilización de pluma o pincel fino para el dibujo de rayas o filigranas elementales.
Acompaño un esquema de distribución de los
componentes del collage que muestra las zonas del papel cuya textura, color,
absorción, etc., se modificó.
Puede hacer clic sobre la imagen para ampliarla.
Como decíamos de la fractalidad de la
acuarela, la casi ausencia de materia de los colores y la regularidad del
soporte, salvo excepciones –casi todas “ilegales”–, reduce la escala en la que
se pueden producir repeticiones de efectos parecidos con el cambio de escala.
Como podemos apreciar en esta obra la alteración del soporte puede colaborar
sólo hasta cierto grado. Finalmente señalar que otros procedimientos que
alteren la superficie del soporte como raspaduras, arañazos o despellejamientos
también modifican sensiblemente el comportamiento de la dualidad
aguada-papel. En otra ocasión próxima
hablaré de la utilización directa de otros soportes diferentes del papel o de "papeles artificiales".
Por encima de todos estos procedimientos (por no llamarlos recetas, dicho sea sin ánimo de ofender) subyace algo mucho más
importante que la “pura y simple técnica”. Se trata de expresar, de comunicar
mediante el lenguaje gráfico contenidos no gráficos y por tanto “simbólicos”
dentro del contexto del discurso puramente técnico-físico. Evidentemente no se
trata de copiar, ni siquiera remedar, la realidad se trata de establecer unas
bases de lenguaje para comunicar ideas. Contextualmente conviene tener presente
que en este mundo virtual en el que vivimos nadie o casi nadie ha visto mis
acuarelas sólo representaciones digitales de las mismas desde un monitor,
tableta o móvil... Así como una "pintura digital" no tiene original, está contenida en un fichero digital idéntico a cualquiera de sus copias, la acuarela sobre papel es irrepetible.
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