TLACOTALPAN

Tlacotalpan, Veracruz. (México)

Acuarela sobre papel.

Los blancos con reserva. Los tonos claros muy ligeramente empastados con blanco de China, lo que confiere al conjunto un efecto algo neblinoso (blanquecino) propio de una atmósfera húmeda.

La acuarela es una técnica muy antigua, sus orígenes están ligados al invento del papel.

A lo largo del tiempo su práctica se ha visto reglada y encorsetada por multitud de mandamientos, normas, consejos y liturgias .

Una de las reglas que con mayor frecuencia se citan en relación con la práctica canónica de la acuarela es la de no usar el pigmento blanco para aclarar los colores. Ya que, según se dice, el blanco lo debe de proporcionar el papel. O bien, la disolución con abundante agua debe "aclarar" los pigmentos.  De hecho incluso los fabricantes, con frecuencia, suprimen el blanco de sus estuches más populares.

Si como decíamos hace un par de días es una buena práctica, o un ejercicio aconsejable, reducir el número de colores de la paleta, el blanco en todas sus variedades podría ser uno de los primeros candidatos.

También es cierto que los fabricantes ofrecen muchos tonos de tubos o pastillas a base de mezclas de pigmentos, entre los que con frecuencia se encuentra el blanco. Es decir que lo que, inocentemente, creemos suprimir, nos viene ya de matute en el bote o en la pastilla.

El témpera o guache, que es una técnica muy respetable, prima hermana de la acuarela, utiliza también el soporte del papel pero los colores que se emplean suelen tener mucho poder de cubrición (casi todos)  y se aclaran con blanco opaco. Lógicamente dentro de la etiqueta " técnica mixta" cabe todo, pero no siempre es buena idea combinar témpera con acuarela.

Utilizar el blanco para empastar o velar ligeramente tonos predominantemente claros puede ser un recurso interesante.